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JESÚS Y LA PALABRA DE DIOS.

Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz,

 y más cortante que toda espada de dos filos;

 y penetra hasta partir el alma y el espíritu,

 las coyunturas y los tuétanos,

 y discierne los pensamientos 

y las intenciones del corazón.

Y no hay cosa creada que no sea manifestada 

en su presencia; antes bien todas las cosas 

están desnudas y abiertas a los ojos 

de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Hebreos 4:12-13.

En todos los pasajes de la Biblia observamos el poder que tiene y significa la Palabra de Dios, porque es viva y eficaz, es decir, nos ayuda a nuestra transformación una vez que nacemos de nuevo; no hay un área interna de cada uno de nosotros que la misma Palabra de Dios no esté presente. La Palabra estará presente y escudriñará todo nuestro ser, hasta sanar y restaurar nuestras vidas, está viva y es eficaz, es efectiva para todos aquellos que crean y reciban a Cristo como su salvador.

Pero deberíamos de preguntarnos qué influencia tuvo sobre el Hijo de Dios hecho hombre, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” San Juan 1:14. Él es la Palabra, es un hombre celestial; era diferente a nosotros, pero nació y creció como uno de nosotros, un hombre de carne y hueso; la Palabra de Dios está unida a la vida, y la vida está unida a la Palabra de Dios, Jesús es la Palabra y es Espíritu. Él es la Vida, la vida y la Palabra están en Él.

Él dijo -Yo soy la Vida- y -yo soy el camino-, el Verbo es la Palabra, es Jesús. Jesús fue engendrado por la Palabra, el ángel vino a María y le presentó la Palabra a ella y esperó una respuesta, debe de haber una respuesta de nosotros hacia Dios. El ángel le dijo a esa joven virgen -vas a tener un hijo- y hubo una respuesta de parte de ella . “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”- Lucas 1:38. Jesús fue engendrado por la misma Palabra de Dios; y esto tiene que acontecer con nosotros en nuestro nuevo nacimiento, debe de ser plantada la Simiente de Dios, la Palabra en nosotros.

El Señor Jesús fue llevado al desierto y tentado, y el usa el poder de la Palabra de Dios, el Cristo de la gloria se sujeta a la Palabra para poder derrotar los poderes de las tinieblas.

El diablo lo tentó y espero la respuestas de Jesús “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”(Lc 4:3), y él respondió “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”(Mt.4:4). Hubo una respuesta de Jesús, la Palabra de Dios, la cual es viva y es eficaz; ayuda a las transformaciones que deben de ocurrir en nuestras vidas, ayudan a mantener la vida en nosotros y ayudan a retroceder los poderes de las tinieblas en las regiones celestiales.

Adán fue creado del polvo pero Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..,”(Gen.1:26) y le soplo el espíritu de vida; lo plantó en el Edén y le dijo -no comerás del árbol del conocimiento del bien y del mal, y hubo una respuesta de Adán, desobedeció a Dios, no usó la palabra y actuó independientemente de Dios, pecó. Esto puede suceder con nosotros en nuestro caminar con Cristo, el diablo va a tratar de romper la unidad que hay entre el Espíritu Santo y nosotros.

Es por esto que Jesús nos enseñó durante su caminar como hombre que debemos de estar sujetos a la Palabra como él lo hizo, y se mantuvo como el Hijo de Dios y como el hombre celestial que es. Cristo cumplió toda la Palabra durante su vida, y nosotros debemos de cumplirla también, Pedro dice “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”1ª Pedro 1:23. Esa palabra de Dios, es la simiente, Cristo plantado en nosotros, la vida en nosotros, es decir, la misma Palabra de Dios actuando en nosotros, acuérdate, hermano, es viva y eficaz.

Uno no puede decir que es hijo de Dios y tener fe, si no está sujeto a la Palabra, si la Palabra no está en uno; es decir, debes de estar sujeto a la Palabra, cumplirla, vivirla, para poder decir que Cristo está en uno. Él estuvo sujetó a la Palabra por medio del Espíritu Santo, y lo mismo debe de ocurrir en nosotros, el Espíritu le da vida y poder a la Palabra, no podemos separarla, decir que estamos sujetos a la Palabra y no obedecemos al Espíritu, significaría que no hay vida y no sería eficaz, esto le está pasando hoy en día a muchas personas, están predicando una palabra sin la Unción del Espíritu Santo, una palabra muerta.

El Señor Jesús dijo “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”Juan 6:63; porque el Espíritu es vida y es una persona de la Trinidad; y si estamos bajo el gobierno de la Palabra y del Espíritu Santo, el diablo no puede engañarnos, tratará de romper la unidad con Cristo para que actuemos como Adán y Eva, para que entre la muerte y el caos en nosotros, para que la Palabra no tenga poder de transformación y pierda su eficacia. Podemos ver al hombre celestial (Cristo), la Palabra y el Espíritu Santo gobiernan todo. No debemos ser gobernado por la letra y nuestro yo hermanos, debemos de morir a nuestro yo y estar bajo el Señorío de Cristo, para poder tener dominio sobre todas las cosas espirituales y las tinieblas puedan ser impactadas por el poder de la la Palabra de Dios, que permanece para siempre. Si somos gobernados por la letra, perdemos, hermanos, la pura letra y conocimiento puede matar al espíritu, y el diablo se sale con la suya y no se lo podemos permitir, debemos de ser hijos de Dios, obedientes y permitir que el Espíritu Santo a través de la Palabra nos transforme, sea viva y eficaz. La Palabra es inspirada por el Espíritu Santo y es lo que la Palabra de Dios debe ser, tiene poder, hermanos; todo el universo fue creado por la Palabra de Dios, la cual está viva y es eficaz, Hebreos 11:3; no le quitemos nosotros este valor.

En nosotros como creyentes, debe haber un crecimiento espiritual dado con la Palabra y el Espíritu actuando en nosotros, acuérdate hermano que nos está transformando a la imagen y semejanza del Señor Jesús, quién nos está haciendo esto, la Palabra con el Espíritu Santo. La Palabra y el Espíritu vivifica, y debemos mantenernos sujetos a los dos, si no, hay muerte y caos; la misma vida en la Palabra debe gobernar nuestras vidas y actuar en ella, porque la Palabra nos engendró y debe de dar vida y poder nosotros crecer en la multisabiduría de Dios.

Todo es un asunto de vida, de la vida nace la iglesia, la doctrina y todo lo demás; no podemos actuar como si fuéramos iglesia si no nacemos de nuevo y está la vida y la Palabra actuando con el Espíritu en nosotros; el hombre a cambiado el orden, está en la iglesia y no está la vida, habla de doctrina y no está la vida, si no está la vida no está Jesús, no hay vida hermanos.

Cuando desechamos la Palabra o la cambiamos, estaremos como el Rey Joaquín que desecho la palabra y fue deportado a babilonia, Dios se apartó de él, porque desechó la vida de su Hijo amado; esto está pasando en nuestro tiempo, algunos hombre han desechado la efectividad de la Palabra de Dios y tenemos iglesias babilónicas, la vida no está allí. Nosotros los creyentes pasaremos de ser libres en Cristo a ser esclavos y muertos sin la Palabra; es por esto que hay muchas Iglesias donde hay muchas personas dormidas o muertas, porque desecharon la Palabra de Dios. Es un sistema religioso, puede estar en orden y limpio, pero vacío, porque no está la Palabra y el Espíritu Santo actuando, ya no es iglesia y no es propósito de Dios, porque su Hijo no está allí. Si queremos vencer y estar en la vida y tener vida con Jesús, debemos de ser hombre y mujeres obedientes y estar sujeto al Señorío de Cristo, para poder hacer la voluntad del Padre.

predicas
CRISTO EL HOMBRE CELESTIAL.

De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. Efesios 1:10-11.

Queridos hermanos esto significa que todo lo creado para él y por él, debe estar bajo su Señorío y el poder de su gloria; sujeto al poder de la Palabra y del Espíritu Santo, inclusive, nosotros individualmente y como Iglesia, sujetos al Señorío de Cristo que es ser transformados a la imagen y semejanza de Cristo. En este caso, el Señorío de Cristo para nuestras vidas, es estar sujetos al Padre y hacer la voluntad de éste; todo lo que no es de Cristo, debe ser quitado para que la Verdad, la Vida y el Espíritu de resurrección esté en nosotros, es decir, esté el Señorío de Cristo en cada uno de nosotros.

Todo el propósito de Dios estará en su Hijo amado Jesucristo, hasta el cumplimiento de los tiempos; lo que no es de Cristo, debe de salir de nuestras vidas, para que seamos transformados a esa imagen y semejanza de Jesús.

Cuando Dios ve a la Iglesia o nos ve individualmente, Él ve una sola cosa: Cristo, y su relación con nosotros es sacar todo aquello que represente al mundo y al pecado, porque Dios nos advierte que todo fuera de Cristo representa caos y muerte, no está Él, la Vida, la Luz, la Verdad; Dios nos llevará progresivamente a estar plenamente en la luz, en la vida, y sacará de nosotros todo lo contrario a Cristo.

La Iglesia tiene que ser lo que Cristo fue, es y sigue siendo, el hombre celestial (él vino de arriba y volvió arriba, era un hombre celestial), porque el propósito de Dios es conformar a la Iglesia a la imagen y semejanza de Cristo, hermanos si tenemos una iglesia en desorden y no está la vida, ya no es propósito de Dios y perdemos el ser usados como un instrumento por el Padre. No es suficiente que nos reunamos para alabarle, hablar y predicar de él; él debe de estar allí con nosotros y entre nosotros, es decir, la vida debe de manifestarse, el testimonio debe de estar, sino no somos iglesia, se pierde el propósito de Dios; por la cual fue creada por él y para él, para habitar allí.

Solo lo que es de Cristo, el hombre celestial es efectivamente eterno, cuanto más seamos transformado a su imagen y semejanza, más seguridad tendremos de tener vida eterna; observe a la iglesia de hoy, se aleja cada día de ser como Cristo, esto significa hermanos que la vida no está, y nosotros debemos de tener cuidado con eso.

Debe de haber en su vida y en la iglesia donde Ud., participa, a Cristo como hombre celestial, en cuanto a su ser, en cuanto a como vivió y su leyes de la vida, a su ministerio y misión en la tierra, deben de estar claro en su congregación; es decir, debemos de vivir como vivió el Señor como hombre, tener su moral y amar, pensar y actuar como Cristo, tener su testimonio.

Cristo debe ser real para la iglesia y para nuestras vidas, porque el propósito de Dios es hacernos a la imagen y semejanza de Cristo, esa es la Iglesia del arrebatamiento, donde este la verdad y la vida, el testimonio de Jesús también está, no nos dejemos engañar.

El conformarnos a la imagen de Cristo es un trabajo continuo y largo durante toda nuestra vida, estamos hablando del hombre celestial, no de su deidad (Cristo hombre, carne y hueso, que es el ejemplo para nosotros) porque nunca seremos Dios, ojo con eso; pero debemos de ser conformados a Jesucristo hombre, y la iglesia entra en ese proceso y propósito divino, no lo olvidemos.

Porque la Iglesia no debe de ser vista y considerada como un club social o una corporación o empresa, es un cuerpo “donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”, Colosenses 3:11, esto representa hermanos, que si venimos del mundo y por medio del nuevo nacimiento todos nosotros reunidos como iglesia e individualmente debemos ser transformados a la imagen y semejanza de Cristo por medio de la Palabra y el Espíritu Santo, es decir “revestido del nuevo(hombre), el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,” es decir, Colosenses 3:10; a imagen y semejanza del Padre; el Señor dijo que, el que lo ha visto a él, ha visto al Padre (Jn. 14:9), lo mismo sucede con nuestra transformación espiritual. Cristo debe de estar en todos nosotros.

Retomemos lo celestial del Señor, el vino de arriba y volvió arriba, es celestial, “Yo soy de arriba”Juan 8:23,esta verdad que es Cristo debe de estar presente también para la Iglesia, estamos en el mundo pero no somos del mundo, somos de Cristo, somos de arriba. La Iglesia no era terrenal en los pensamientos de Dios, Pablo nos enseña y muestra que la Iglesia estaba en los cielos antes que la caída sucediera; estaba en el preconocimiento de Dios, en Cristo ha sido restaurada la brecha creada por la caída del hombre, la Iglesia estaba en la mente de Dios ante de la fundación del mundo. Pablo ve a la Iglesia desde el punto de vista celestial (lea el libro de los Efesios) y la ve completa.

Debemos de tener fe que Dios lo que comienza en cada uno de nosotros lo terminará, siempre y cuando se lo permitamos, sino estamos fuera del propósito y encontraremos caos y muerte, significa que Cristo no esta. Dios nos ves completo cuando nacemos de nuevo, vino a ti el Espíritu Santo; y es por esto que Dios ve que la obra está completa así falten cosas en nosotros, el Espíritu Santo y la Palabra harán el resto en nosotros, que es transformarnos a la imagen y semejanza de Cristo, siempre que nuestra voluntad sea sujeta a su voluntad y Señorío.

Cuando vemos a la iglesia o a cada uno de nosotros, debemos de vernos sentados con Cristo Jesús en los lugares celestiales, cuando aceptamos al Señor Jesús, es decir, cuando nacemos de nuevo ya estamos en esos lugares celestiales y la Iglesia también; es por esto que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios saca todo lo que no es de Cristo.

Somos pueblo celestial, espiritual, y acompañado de la vida eterna, la vida estará obrando en nosotros, Jesús mismo. Debemos de sacar el pecado de nuestras vidas y de nuestras congregaciones, para que la Iglesia recupere su lugar, donde vive y está Jesucristo, todo fue creado por él y para él, y la Iglesia no escapa a este principio.

Debemos de asumir de una vez, que cada uno de nosotros está en Cristo, yo he nacido de arriba, que la Palabra nos engendró y el Espíritu Santo vino a morar en nosotros, por lo cual somos personas celestiales. Si nos sujetamos al Señorío de Cristo, el propósito de Dios se cumplirá en nosotros y en la Iglesia; el viejo hombre debe de morir y debemos de nacer con Cristo, lo que no es de Cristo debe ser crucificado, para ayudarnos a crecer espiritualmente en la multiforme sabiduría de Dios. Efesios 3:10. Tenemos el ejemplo de Juan que dijo “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”, es lo que debe ser quitado de mí, aparte del pecado, mi yo debe de morir para que estemos sujetos a la Palabra y al Espíritu, para que sea viva y eficaz deben de estar juntas en nosotros; y seremos transformados a la imagen y semejanza de Cristo.

Debemos de ser hombres espirituales para que no perdamos el camino y no salgamos del propósito de Dios, permanecer en Cristo; debemos de vivir en Cristo, y Dios está buscando traer a la Iglesia a Cristo, y que él la llene de su plenitud y grandeza. Somos ahora herederos y coherederos con Cristo, estamos unidos a él y no podemos actuar independientemente porque perdemos todo lo que es él; y Dios nos está transformando a su imagen y semejanza. Y nosotros debemos de hacer todo lo que él hizo como hombre; porque Cristo hizo lo que le mandó hacer el Padre; es la misma relación y principio espiritual para nosotros, entonces creceremos todos individualmente y como Iglesia, con Cristo.

Tenemos el ejemplo del pueblo de Israel y su recorrido por el desierto durante 40 años, Dios quitó todo lo que no era de Cristo, y 2 personas de esa generación, alcanzaron a entrar a la tierra prometida del grupo que salió de Egipto. Pero debemos de saber que quito todo lo que no era de Cristo y lo encontramos en 1 de Corintios 10:4 al 10 donde menciona lo que no le agrado a Dios; fueron codiciosos, idólatras, glotones, fornicarios, murmuradores; sabiendo hermanos que todos ellos “bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo”1º Cor.10:4. Hermanos no debemos comportarnos como el pueblo de Israel dentro de la Iglesia o individualmente, porque estamos bebiendo de la roca y del Espíritu, el cual es Cristo, no debe haber pecado en nosotros y el hombre carnal debe de morir, es por esto que no debemos de ser engañados, esta iglesia de hoy no es la iglesia de Cristo, donde hay todo tipo de cosas del mundo y de la carne, sumado a la apostasía que vendrá. Si Dios hizo esto en el desierto con su pueblo, también a nosotros nos llevará al desierto para sacar lo que no es de Cristo, reaccionemos y pesemos-pesar- (Dios nos está viendo en todo momento, recuerden Daniel 5) las cosas que hacemos y permitimos dentro de las congregaciones, el pecado y el yo deben de salir, para que esté Cristo, la vida y la verdad en nosotros; no podemos estar creyendo que predicamos la verdad y no esté el Señor Jesús en nosotros, debe de estar el Espíritu Santo y la Palabra unidos, como unidos en espíritu estamos con Cristo.

No hay que olvidar que Cristo es la Palabra y es Espíritu, Él es la verdad y la vida y también dijo “yo soy el pan de vida, el pan vivo que descendió del cielo”Juan 6:48 y 51.

Por lo que no necesitamos de métodos, o de globos y decoraciones para poder tener personas sentadas en nuestras congregaciones, es Cristo el que debe de estar, la vida, la verdad que es la Palabra y el Espíritu Santo, para que lleguen las almas, él mismo las trae a salvación, no nosotros con conocimientos seculares y humanistas, es Cristo. Esta Iglesia de hoy en día dice que queremos otras cosas y no a Cristo, que nos hablen suave y que acepten a cada uno tal como son; y te recuerdo el ejemplo del pueblo de Israel saliendo de Egipto a la tierra prometida, en nosotros va este principio para poder llegar a la Nueva Jerusalén, sacar todo lo que no es de Cristo.

Ese es el gran aporte y trabajo que hacen el Espíritu Santo y la Palabra de Dios en nuestras vidas, mantenernos en la vida, sacar lo que no es de Cristo y transformarnos a la imagen y semejanza de Cristo, es importante hermanos que recordemos que actuando solos e independientemente de él, perdemos, Cristo se sujeto al Espíritu Santo y a la Palabra, al Padre; y nosotros debemos de comportarnos igual. La iglesia debe de mantener estos mismos principios, para que el Padre vea el testimonio de su Hijo amado en nosotros, y seremos instrumentos poderosos no sólo para predicar la palabra de vida, sino para impactar las huestes de maldad en las regiones celestiales del enemigo, para que la muerte retroceda y sean dispersadas las tinieblas y la vida cubra todo, este es el trabajo de la iglesia para el mundo, ser la luz y la vida para todo aquel que no conozca a Cristo y lo vea en nosotros.

Si nos sujetamos al Señorío de Cristo, podemos alcanzar lo que menciona el libro de 2ª Corintios 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”, este es el objetivo, amén.

predicas
DIOS ESTÁ BUSCANDO VASIJAS PARA LLENARLAS.

Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó la casa donde estaban sentados, y se le aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Hechos 2:2-4.

Debemos de entender que la Iglesia y nosotros debemos de ser hombres espirituales y estar bajo el Señorío de Cristo, es decir, sujetos a la Palabra y al Espíritu Santo; debemos de llegar a nacer de nuevo, para poder ser una vasija donde Dios nos llene con su gloria.

El ejemplo de esto lo podemos encontrar en las enseñanzas de Cristo como hombre (siendo Dios) dijo “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo:¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciera de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. San Juan 3:2-6.

El Señor lo explico muy bien, hay que nacer de nuevo para poder ser instrumento o vasija de honra de Dios, él está buscando esas vasijas para derramar su poder y conocimiento para que nosotros prediquemos la verdad y poder Dios encontrar otros vasos donde el pueda estar; pero debemos de nacer de nuevo, la sangre del cordero nos tiene que limpiar y debe de venir a morar el espíritu en nosotros. Mi YO debe de morir en la cruz, y debo de resucitar con Cristo Jesús, no hay otra forma.

Debemos de alcanzar el desarrollo espiritual que Dios desea, que estemos unánimes en la fe y podamos estar a la plenitud de Cristo como hombre, a un varón perfecto; es decir, a la imagen y semejanza de Jesús, bajo el Señorío del Padre, haciendo su voluntad. Para esto fue creada la Iglesia por él, para que su gloria, él llenará la casa. La iglesia o nosotros somos casa de Dios o la vasija donde él llena con su presencia; debemos de ser esos hombres celestiales, y la iglesia también.

Estudiando la Palabra de Dios, encontramos los mismos objetivos de Dios, tanto en los llamados de muchos hombres y en la llenura de sus vasijas, para ser levantados como vasos o instrumentos de honra para predicar la palabra al pueblo de Israel, como a los gentiles, la Iglesia de Cristo.

Observamos que Adán y Eva fueron creados perfectos, su espíritu estaba vivo, es decir, eran un hombre y mujer con vida eterna y era hombre celestial; donde Dios le enseñaba directamente todas las cosas, eran vasijas llenas de su conocimiento y de la vida, de la verdad; hasta que desobedecieron la orden (a la Palabra de Dios) “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Génesis 2:17. Podemos asumir que Adán y su mujer desobedecieron a Dios, no alcanzaron primeramente la unidad de la fe, y tampoco alcanzaron a ser un varón perfecto es decir a la imagen de Cristo; por estos fueron expulsados del Edén, su espíritu murió y se convirtieron en hombres almaticos, sus deseos y pasiones controlan su ser; se convirtieron en vasos de deshonra para Dios.

El otro personaje que podemos asumir como instrumento o vaso de Dios fue Noé, y “Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación” Gén. 7:1; fue un vaso de honra para Dios, fue obediente a su Palabra y por eso “ Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificaos y multiplicaos, y llenad la tierra” Gén. 9:1; no solo de personas, sino de su conocimiento. Dios esta buscando vaso que sean obedientes y que hagan su voluntad, no la nuestra; para que el conocimiento de su hijo amado sea predicado en el mundo.

Este es el caso del llamado que Dios le hizo a “Abram:Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”: Gén. 12:1. Y conocemos la historia de Abraham, que le fue contado por Justicia y por fe; Abraham fue una vasija de honra y obediente a todo al Señor; fue un prototipo de Cristo; pero debemos de asumir que si alcanzo la unidad de la fe y fue transformado a un varón perfecto, a Cristo.

Tenemos el caso de Jacob en Bet-el, cuando él “Soñó y he aquí una escalera que estaba apoyada en la tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendía por ella”. Gén.28:12; y Dios le habla sobre las promesas que le había hecho a sus antepasados, pero lo estaba llamando para bendecirlo, es decir, para llenarlo de su conocimiento; lo estaba llamando para que fuera un instrumento de honra y utilidad para su pueblo. Dios te esta haciendo ese mismo llamado ahora Iglesia. Porque le dijo “porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, puerta del cielo” Gén.28:15b-17. Jacob estaba viendo la casa de Dios, pero Dios lo esta llamando para un su propósito y está mostrando quién es él, su Dios.

El otro caso que podemos hablar es el de José, el cual después de ser trillados por Dios (el alfarero hace el vaso como el desea y necesita); el Señor lo proceso y limpio hasta que José asumiera el papel y responsabilidad que Dios le daba. “Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que de respuestas propicia a Faraón” Gén. 41:14-16. Observamos que José después que Dios lo preparó lo coloca al frente de un reino; después de que José dio el significado a Faraón para salvar del hambre no solo a Egipto sino al pueblo de Israel y a toda la tierra; José logró alcanzar la unidad de la fe, y ser transformado a un varón perfecto delante de Dios, Jehová estaba viendo en José a su hijo amado Jesucristo, fue un vaso valioso de Dios en su tratamiento con su pueblo y con el resto de los hombres.

Estamos observando que en diferentes tiempos de la historia del AT, Dios está llamando a vasos que le sirvan de instrumento para lograr llegar a los hombre, y que se conozca el conocimiento de Dios, a través de su hijo amado Jesucristo; así tenemos el llamado de Moisés “Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.(…) lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo:¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí”. Éx. 3:2 y 5. Dios lo estaba llamando en medio de su proceso en el desierto para que “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.” Éx. 3:10. Dios lo llamó para que condujera a su pueblo fuera de Egipto y lo llevará a la tierra prometida; pero la palabra nos enseña que Moisés le coloco tantas excusas a Dios para no ir; pero fue y cumplió la tarea que el Señor le encomendó; Iglesia Dios te esta llamando para que hablas de Jesucristo, Moisés si alcanzo ser un varón perfecto delante de Dios, fue una vasija donde Dios vio en Moisés a su hijo Jesucristo. ¿Iglesia Dios está viendo en ti a su hijo amado? Esta es la pregunta que debemos de hacernos, si hemos alcanzado la unidad de la fe y somos varones perfectos o vamos en camino a la perfección delante de Dios; es decir, somos vasos de honra y estamos bajo el Señorío de Cristo, haciendo la voluntad del Padre?

Pero Dios le dijo a Moisés y Aarón “He aquí yo envió mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él” Éx.23:20-21. Miremos Iglesia, las recomendaciones de Dios para con todos nosotros, debemos de sujetarnos a la Palabra y al Espíritu, sujetarnos como vasos a el Padre; pero debemos de oír y y ver para poder hacer su voluntad; nosotros Iglesia, Pastores, lideres no podemos actuar aparte de Dios, no debemos romper la unidad que tenemos con el Señor; debemos de hacer la voluntad de él. Y debemos de cuidar de como andamos, debemos de ser hombre y mujeres santos y obedientes a Dios. ¿Iglesia, este es tu ejemplo, está la vida, esta la luz, se predica la verdad, está el Testimonio de Jesús?. Significa Iglesia, que nosotros no estamos solos ni huérfanos, el Señor Jesucristo debe de estar en cada uno de nosotros, el Espíritu Santo debe ser derramado en nosotros los cuales somos los vasos; y para eso repetimos debemos de nacer de nuevo; la vasija no puede estar sucia y mucho menos rotas; Dios no está allí; por eso debemos de pasar por el desierto y ser conformados como él quiere, es decir con el propósitos de hemos sido llamados, según el ministerio, seremos formados. Hay muchos imitadores y mentirosos en la actualidad, esa Iglesia no es la que el Señor quiere y él no esta allí; por eso debemos de ser llenos con su Santo Espíritu, para que la verdad este en nosotros, y podamos ser guiado por el Espíritu, sino la palabra va hueca, muerta; Dios no quiere hombres seculares o carnales, quiere hombres y mujeres espirituales.

Para todo y en todo lo que hagamos debe estar el Señor Jesús, “Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezalael hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa”.Éx.35:1-33 y el definitiva, “Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado”Éx.36:1; estamos viendo el orden y propósito de Dios para todo lo que se haga en la Iglesia para él; debemos de pedir a Dios los talentos que necesitamos para poder ejercer el ministerio que Dios no está llamando a cumplir; debemos de saber que somos sus vasos para que prediquemos la verdad y el conocimiento de Dios a través de su hijo amado Jesucristo, Dios va a ver en mi y en ti Iglesia, si su hijo está, si no está perdemos el propósito de Dios y seremos vasos de deshonra; que en esta iglesia de hoy hay muchos de estos y Cristo no esta.

Observamos en el libro de Éxodo 40:34-38 “Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba. Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas”. Estaba el Señor Jesucristo guiando a su pueblo Israel por el desierto, pero debemos de aprender Iglesia que esa nube y fuego debe de estar en el altar de nuestras congregaciones y en cada uno de los miembros de esa iglesia; el Espíritu Santo debe de estarnos guiando a hacer la voluntad de Dios, y debe de estarnos guiando a predicar a los que no conocen de Cristo, porque Dios quiere llenar a más vasos de su presencia y de la vida; debemos de estar sujetos al Señorío de Cristo, para que se haga la voluntad del Padre y se pueda ver las maravillas de Dios, las señales, para que el hombre crea; no para que nosotros seamos el centro del altar, repito lo que todos estos hombre de la Biblia dijeron – no soy yo, es Dios- el que lo hace todo.

Esa misma manifestación de la gloria de Dios, la observamos con el llamado de Ezequiel 43:4-5 “Y la gloria de Jehová entro en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente. Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa”; podemos ir entendiendo que, aparte de buscar Dios vasijas que sean llenas con su Espíritu, podemos asumir también que en el pensamiento de Dios y en su corazón, estuvo crear la Iglesia para que su hijo amado la llenara con su conocimiento, sabiduría y su amor; para que la vida estuviese allí, la luz y la verdad.

Le recomendamos que puedan estudiar el llamado de Gedeón en Jueces; el llamado de Saúl; David; Salomón; y todos los Profetas hasta la venida del Señor Jesucristo, el cual hablo del Consolador para que no estuviésemos solos por un lado, para que nos guiará, nos enseñará y podamos transitar por el camino.

Pero antes de finalizar, debo mencionar lo que le dice Pablo a Timoteo “Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles” 2ª Timoteo 2:20; debemos de preguntarnos Iglesia que tipo de vaso somos cada uno de nosotros, pero también debemos preguntarnos si somos para honra o viles; es decir, estamos haciendo la voluntad de Dios. El Padre verá en cada uno de nosotros si está su hijo amado Jesucristo, sino el propósito para el que fuimos llamado se pierde, y si no somos propósito ya no seremos instrumento.

Y por último Iglesia, debemos de preguntarnos si hemos alcanzado la unidad de la fe y si somos un varón perfecto o en vía a la perfección, delante de Dios.

Que Dios les Bendiga.