EL AMOR MAS GRANDE
Soñe, que hablaba a un grupo de personas, muchas de ellas conocidas mías y que les decía, que no había forma de lograr que en este mundo hubiera un cambio para mejor, si no dejamos de hacer las cosas solo por obtener algo a cambio, en ocasiones, me atropellaban con multitud de preguntas con interés o sin sentido, algo como: bueno si le doy de mi comida ¿que comerán mis hijos si es lo único que tengo? ¿que hago si solo tengo un par de zapatos? y ¿como hacer eso , es decir para que le doy de mi sangre si él no lo necesita? y muchas otras preguntas a las cuales trate de darles algunas respuestas concretas.
Unos me prestaron atención, otros solo me ignoraron y otros solo se quedaron callados pero pensando y cavilando en las respuestas, me retire de ese lugar pues me dirigía a salir de viaje y estando en la parada, nuevamente se me acercaron de ese grupo de conocidos, cuatro personas las cuales después de haber meditado las respuestas que le había dado me dijeron: si tienes razon es bueno ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio pero eso en que nos ayudara, pues aun dándole lo que tenemos pudieran seguir en esa sus circunstancias y a la postre que obtendremos.
Yo mirándolos a cada uno de ellos les dije: si les he hablado con tranquilidad, he aguardado con paciencia su multitud de preguntas y les he respondido con prudencia aun a sabiendas que fuera posible no me aceptaran las mismas; bien no se preguntan ahora ustedes que es lo que espero yo a cambio, pues nada, lo que hago no tiene precio.
Miremos a Jesús, todo lo hizo por amor, amor inefable, amor que todo lo sufre, que es benigno, amor que todo lo soporta, amor que no se irrita, amor que no es jactancioso, amor que no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, ese es el amor de Dios, pues todo lo hizo por amor, amor a nosotros, que sin merecerlo nos lo dio a manos llenas y solo espera a cambio que le des tú corazón para morar en el. No dilates más y acepta el amor de mi Jesús pues su amor te hace libre del pecado, del egoísmo, de la maldad y del desamor por tu prójimo. al final los cuatro que se acercaron entendieron el mensaje de lo que se había hablado cuya respuesta es: Jesus es amor. Amén.